Enfermedades que se pueden tratar con marihuana

El cannabis ha sido una de las primeras plantas cultivadas por la humanidad, remonta a tiempos como el 4.000 a.C.  Ha sido y sigue siendo utilizada bajo distintas motivaciones: por sus propiedades textiles; por su uso recreacional; como fuente en preparación y consumo directo de alimento y, la que hoy nos convoca; sus propiedades terapéuticas.

Nuevo interés se ha levantado en torno a la marihuana desde finales del siglo XX.

Ello, gracias al aislamiento de sus principios activos y el descubrimiento del complejo sistema endocannabinoide. La importancia de su interacción en las funciones fisiológicas básicas del organismo, le proporciona propiedades analgésicas, antitumorales, antieméticas, antiinflamatorias, antioxidantes, neuroprotectoras y anticonvulsivas, lo cual sitúa al cannabis como un tratamiento complementario de patologías neurodegenerativas este tipo de patologías incluyen enfermedades como el Alzheimer, la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amioatrófica, enfermedad de Huntington y Parkinson, Ataxia de Friedreich, Atrofia muscular espinal, entre otras. También las metabólicas, autoinmunes y tumorales[1].

Desde gran variedad de estudios se ha llegado a conocer y comprender algunos de los numerosos componentes de la planta. Hoy en día, se han aislado 483 sustancias naturales, entre las que se encuentran el grupo de los cannabinoides, aproximadamente unos 66, además del descubrimiento a principios de 1990 del sistema endocannabinoide, unos receptores específicos agrupados en poblaciones neuronales del cerebro de los mamíferos[2], además de cannabinoides endógenos como la Anandamida[3].

El principio activo más importante de la misma es el tetrahidrocannabinol (THC), el cual posee la mayoría de los efectos terapéuticos y psicoactivos de la Marihuana, aunque también existen otros compuestos de este grupo con importancia terapéutica como el Delta tetrahidrocannabinol, el cannabidiol (CBD), el cannabinol (CBN), el cannabigerol y el cannabicrómeno (CBC)[4].

Por un lado, al THC se le conceden efectos antieméticos, sedantes, analgésicos y estimulantes del apetito, mientras que al CBD se le atribuyen propiedades neuroprotectoras, antiinflamatorias, analgésicas, inmunosupresoras, antinauseosas, hipnóticas y ansiolíticas, además de ser un cannabinoide NO psicoactivo. Otra propiedad del CBD es que contrarresta la psicoactividad del THC[5].

Efectos en el organismo

Como todo encuentro entre dos o más organismos, existe una reciprocidad que genera distintas respuestas.

A grandes rasgos: El cannabis generalmente produce un efecto bifásico, con un período inicial de estimulación (euforia, bienestar, aumento de la percepción, ansiedad), seguido de un período de sedación (relajación, somnolencia, ensoñaciones). Se produce una agudización de las percepciones visuales, auditivas y táctiles, así como una ligera distorsión del espacio y tiempo. Paralelamente, se altera la memoria reciente y existe dificultad en la concentración, disminución de la atención e incoordinación motora[6].

¿DÓNDE?

¿QUÉ?

APARATO CARDIOVASCULAR Vasodilatación periférica, incremento del gasto cardiaco y de la demanda de oxígeno por parte del miocardio y disminución de la tolerancia al ejercicio[7]
APARATO OCULAR Hiperemia conjuntival, reducción de la producción de lágrimas, ptosis palpebral, dificultad en la acomodación y disminución del reflejo pupilar a la luz. Por administración local o sistémica provoca una disminución marcada de la presión intraocular[8].
GASTRO-INTESTINALES Hiposalivación, sequedad de boca, reducción del peristaltismo intestinal y enlentecimiento del vaciado gástrico[9].
MUSCULATURA ESTRIADA Relajación muscular y posee propiedades anticonvulsivantes[10].
EL SUEÑO Induce el sueño: aumento de melatonina de veinte minutos a dos horas después de fumar[11]. Tras la administración continua de dosis elevadas se observa un cierto grado de resaca durante la mañana siguiente en algunos sujetos[12].
EL APETITO Aumenta el apetito. La administración de THC a voluntarios sanos tanto a dosis única como a dosis múltiple aumenta de forma significativa el apetito entre una-tres horas tras la administración[13]. Especial para enfermedades que inhiben el apetito.
ANALGESIA Mediante la activación de los receptores CB1 disminuye la percepción central del dolor y el descenso de la actividad espontánea y evocada[14].
ALTERACIONES PSIQUIÁTRICAS – Puede exacerbar la sintomatología en pacientes esquizofrénicos, y contrarrestar el efecto de la medicación antipsicótica[15]. Es posible que precipite un cuadro esquizofrénico en sujetos vulnerables con antecedentes personales o familiares de esquizofrenia[16].
ALTERACIONES NEUROCOGNITIVAS Puede producir sutiles deficiencias en la memoria, en la atención, capacidad psicomotora y velocidad de procesamiento de la información[17].
SISTEMA RESPIRATORIO Aumenta el riesgo de desarrollar bronquitis crónica y enfisema y de producir cambios histopatológicos probablemente precursores de enfermedades malignas respiratorias[18]. Esto se puede evitar si se consume por el sistema digestivo, comiendo y no fumando.
SISTEMA ENDOCRINO La administración de dosis elevadas de ∆9-THC en animales produce disminución de la secreción de testosterona y alteraciones del esperma en machos e interfiere en el ciclo ovulatorio en hembras. En los estudios realizados en humanos no se han observado alteraciones endocrinas clínicamente significativas tras la administración aguda o crónica de cannabinoides. En relación a las mujeres embarazadas, los datos sugieren que su consumo se relaciona con recién nacidos de menor peso y altura y, probablemente, algún efecto sobre el desarrollo y el comportamiento en los primeros meses de vida[19].

*Se han descrito los efectos a grandes rasgos, para mayor detalle consultar las fuentes o nuestros artículos de cada tema.

Aplicaciones terapéuticas

Los avances recientes en el conocimiento de la bioquímica y la farmacología del sistema cannabinoide incluyen el desarrollo de nuevos fármacos que actúen potenciando o inhibiendo dicho sistema así como fármacos sintéticos agonistas y antagonistas de los receptores cannabinoides[20].

Es foco de atención principalmente por sus efectos: antiemético, analgésico, sedante y estimulante del apetito,…anti nauseoso y antiinflamatorio[21]. La investigación clínica tiende a basarse en extractos de cannabis con un contenido conocido y estandarizado de principios activos, así como en el desarrollo de nuevas vías de administración como la sublingual, transdérmica, inhalada, en aerosol o rectal para evitar los efectos perjudiciales del humo sobre los pulmones y mejorar la baja biodisponibilidad de la administración de los cannabinoides por vía oral[22].

Actualmente disponemos en el mercado farmacéutico de dos cannabinoides y un extracto de cannabis comercializados para uso terapéutico: el dronabinol o THC disuelto en aceite de sésamo (Marinol®, Elevat®) y la nabilona (Nabilone®), un análogo del THC1. Ambos están aprobados en diversos países para el tratamiento de las náuseas y vómitos secundarios a la quimioterapia antineoplásica que no responde a los tratamientos habituales y el dronabinol también lo está para los pacientes con SIDA y síndrome de anorexia caquexia. El Sativex® es un extracto estandarizado de cannabis que se administra por vía sublingual en forma de spray (cada pulverización (100µl) contiene 2,7 mg de THC y 2,5 mg de CBD y un 50% de otros cannabinoides) aprobado recientemente en Canadá para el tratamiento del dolor neuropático en pacientes con esclerosis múltiple[23].

Dolor: La eficacia analgésica de los cannabinoides ha sido evaluada en el tratamiento del dolor oncológico[24], neuropático[25], postoperatorio[26] y en la artritis reumatoide[27].

Enfermedades tratables y en la palestra

epilepsia

Según nuestros amigos de GreenFlower[28] existen al menos 45 enfermedades que pueden ser tratadas con Cannabis, especialmente el alivio de sus síntomas. Aquí dejamos una lista de sólo algunas de ellas para que empecemos a comprender la magnitud y belleza de la medicina a través de la naturaleza.

  • SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida)

  • Degeneración del disco

  • Esclerosis múltiple (EM)

  • Epilepsia

  • Glaucoma

  • Fibromialgia

  • Dolor crónico y/o agudo

  • Cáncer

  • Artritis

  • Lupus

  • La enfermedad de Crohn

  • Distrofia muscular (DM)

  • Alzheimer

  • Esclerosis lateral amioatrófica

  • Enfermedad de Huntington

  • Enfermedad de Parkinson

En conclusión, la marihuana debe ser consumida con responsabilidad, ya que según estudios tiene efectos nocivos sobre todo en casos de dosis elevadas al fumarla. Sin embargo los efectos sobre el sistema respiratorio se pueden evitar al consumir por el sistema digestivo, cocinando antes la marihuana. Hay varios estudios que indican que hay efectos de la marihuana que pueden ser muy provechosos para distintas enfermedades, por lo tanto puedes beneficiarte de esta planta milenaria como tu estimes conveniente, no dejes de informarte y obtener tus propias conclusiones. Si ya las tienes por favor compártela con nosotros en los comentarios.

 

Ver Citas & Referencias bibliográficas [1] Oliver Reyes de León. El uso terapéutico del cannabis. Grado de Enfermería Universidad de La Laguna, Facultad de Enfermería y fisioterapia. Junio 2015.

[2] Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides. Actualización sobre el potencial terapéutico de los cannabinoides. Departamento de bioquímica y biología molecular. Madrid: Universidad Complutense de Madrid; 2009. Disponible en: www.seic.es [citado en Oliver Reyes de León. El uso terapéutico del cannabis. Grado de Enfermería Universidad de La Laguna, Facultad de Enfermería y fisioterapia. Junio 2015.]

[3] 4. Waldo Zuardi A. History of cannabis as a medicine; a review. Rev. Bras. Psiquiatr. 2006;28(2): 153-7. [citado en Oliver Reyes de León. El uso terapéutico del cannabis. Grado de Enfermería Universidad de La Laguna, Facultad de Enfermería y fisioterapia. Junio 2015.]

[4] DURAN M, LAPORTE JR, CAPELLÀ D. Novedades sobre las potencialidades terapéuticas del Cannabis y el sistema cannabinoide. Medicina Clínica (Barc) 2004; 122: 390-8.

[5] DURAN M, LAPORTE JR, CAPELLÀ D. Novedades sobre las potencialidades terapéuticas del Cannabis y el sistema cannabinoide. Medicina Clínica (Barc) 2004; 122: 390-8.

[6] Hall W, Solowij N. Adverse effects of cannabis. Lancet 1998;352:1611-6. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[7] Maykut MO. Health consequences of acute and chronic marihuana use. Prog Neuropsychopharmacol Biol Psychiatry 1985; 9:209-38. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[8] Hollister LE. Health aspects of cannabis. Pharmacol Rev 1986;38:1-20 y Grotenhermen F. Efectos del cannabis y de los cannabinoides. En: Grotenhermen F, Russo E, Navarrete R (eds). Cannabis y cannabinoides, farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Sevilla: Castellarte. 2003;89-101. [citados en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[9] Grotenhermen F. Efectos del cannabis y de los cannabinoides. En: Grotenhermen F, Russo E, Navarrete R (eds). Cannabis y cannabinoides, farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Sevilla: Castellarte. 2003;89-101. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[10] Grotenhermen F. Efectos del cannabis y de los cannabinoides. En: Grotenhermen F, Russo E, Navarrete R (eds). Cannabis y cannabinoides, farmacología, toxicología y potencial terapéutico. Sevilla: Castellarte. 2003;89-101. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[11] Lissoni P, Resentini M, Mauri R, et al. Effects of tetrahydrocannabinol on melatonin secretion in man. Horm Metab Res 1986;18:77-8. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[12] Iversen L. Marihuana, conocimiento científico actual. Barcelona. Ariel, 2001. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[13] Iversen L. Marihuana, conocimiento científico actual. Barcelona. Ariel, 2001. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[14] Pertwee RG. Cannabinoid receptors and pain. Prog Neurobiol 2001; 63:569-611. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[15] Iversen L. Cannabis and the brain. Brain 2003;126:1252-70 y Hall W, Degenhardt L, Teesson M. Cannabis use and psychotic disorders: an update. Drug Alcohol Rev 2004;23:433-43. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[16] Kalant H. Adverse effects of cannabis on health: an update of the literature since 1996. Prog Neuropsychopharmacol Biol Psychiatry 2004;28:849-63. Y Hall W, Degenhardt L, Teesson M. Cannabis use and psychotic disorders: an update. Drug Alcohol Rev 2004;23:433-43[citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[17] Iversen L. Cannabis and the brain. Brain 2003;126:1252-70. Y Patton GC, Coffey C, Carlin JB, Degenhardt L, Lynskey M, Hall W. Cannabis use and mental health in young people: cohort study. BMJ 2002;325:1195-8. Y Verdejo-García A, López-Torrecillas F, Jiménez CO, Pérez-García M. Clinical implications and methodological challenges in the study of the neuropsychological correlates of cannabis, stimulant, and opioid abuse. Neuropsychol Rev 2004;14:1-41. Y Lundqvist T. Cognitive consequences of cannabis use: Comparison with abuse of stimulants and heroin with regard to attention, memory and executive functions. Pharmacol Biochem Behav 2005; 81:319-30. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[18]Hall W, Solowij N. Adverse effects of cannabis. Lancet 1998;352:1611-6. Y Kalant H. Adverse effects of cannabis on health: an update of the literature since 1996. Prog Neuropsychopharmacol Biol Psychiatry 2004;28:849-63. [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[19] Institute of Medicine. Marijuana and Medicine: Assessing the Science Base. Washington, DC: National Academy Press, 1999. Y Hall W, Degenhardt L, Lynskey M. The health and psychological effects of cannabis use. Monograph Series Nº 44. Commonwealth of Australia, 2001. Disponible en: http://www7.health.gov.au/pubhlth/ publicat/document/mono44.pdf. Y Mendelson J, Mello N. Effects of Marijuana on Neuroendocrine Hormones in Human Males and Females. En: Monique C Braude, Jacqueline P. Ludford MS (eds). Marijuana Effects on the Endocrine and Reproductive Systems. NIDA Research Monograph 44. Rockville: US Department of Health and Human Services, 1984; House of Lords Select Committee on Science and Technology. Cannabis: The Scientific and Medical Evidence. London: House of Lords, The Stationary Office, 1998. Disponible en: http://www.parliament.the-stationery-office.co.uk/pa/ld199798/ldselect/ldsctech/151/15101.htm. . [citado en DOLOR 2005;20:187-98 Farmacología clínica del cannabis S. ABANADES1,2,4, A. CABRERO-CASTEL1,3, J. FIZ1,2 Y M. FARRÉ1,2]

[20] DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149.

[21] DURAN M, LAPORTE JR, CAPELLÀ D. Novedades sobre las potencialidades terapéuticas del Cannabis y el sistema cannabinoide. Medicina Clínica (Barc) 2004; 122: 390-8. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[22] GROTENHERMEN F. Pharmacokinetics and pharmacodynamics of cannabinoids. Clin Pharmacokinet 2003; 42: 327-60; DURAN M, LAPORTE JR, CAPELLÀ D. Novedades sobre las potencialidades terapéuticas del Cannabis y el sistema cannabinoide. Medicina Clínica (Barc) 2004; 122: 390-8. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[23] Anónimo. First cannabis medicine, Sativex, reaches market. Scrip 2005; 3065: 27. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[24] CAMPBELL FA, TRÀMER MR, CARROLL D, REYNOLDS DJM, MOORE RA, MCQUAY HJ. Are cannabinoids an effective and safe treatment option in the management of pain? A Qualitative systematic review. BMJ 2001; 323: 13-6.; Ciencia: el cannabis es eficaz para el dolor provocado por el cáncer. Boletín de la IACM [en línea] 2005 febrero 23 [accedido el día 21 de diciembre de 2005]; 1 (2). URL disponible en: http//www.cannabis-med.org/spanish/download/IACM_Bull_es2000.txt. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[25] DURAN M, CAPELLÀ D. Cannabis y cannabinoides en le tratamiento del dolor neuropá- tico. Dolor 2005; 20: 213-6. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[26] DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149

[27] Anónimo. Sativex made available in spain, and hopes rise for use in UK. Scrip 2005; 3108: 4. [citado en DURAN M. USO TERAPÉUTICO DE LOS CANNABINOIDES. EGUZKILORE Número 19. San Sebastián Diciembre 2005 139 – 149].

[28] https://www.learngreenflower.com/articles/130/45-ailments-treatable-with-cannabis

 


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