Pauta de consumo de cannabis durante el embarazo y lactancia

embarazo

La marihuana puede acompañarte en la experiencia de tener un hijo. Según una reciente investigación, su consumo no disminuye las posibilidades de embarazo. Además, muchas mujeres optan por seguir con el consumo una vez encinta, ya que les ayuda a sobrellevar las náuseas. Aun así, es necesario advertir de los riesgos durante los primeros meses de desarrollo del feto y durante la lactancia, cuando el THC puede pasar al bebé a través de la leche materna.

Los mitos sobre la marihuana llegan a todos los sectores. Uno de los más extendidos es que la planta podría perjudicar a la hora de engendrar un hijo. Algo que ha quedado desmontado gracias a un nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston. Tras encuestar a más de 4000 mujeres de entre 21 y 45 años de Estados Unidos y Canadá, los investigadores determinaron que el consumo de la planta no se relacionaba con los problemas para quedarse embarazada que podían experimentar algunas mujeres. De este modo, las probabilidades de gestación en una que sí consumía cannabis y otra que no eran similares.

Con estos resultados, publicados en el ‘Journal of Epidemiology and Community Health’ (JECH), era la primera vez que se evaluaba el vínculo entre la fecundidad y el uso de la marihuana en Norteamérica. “Dado el creciente número de estados que legalizan la marihuana recreativa en todo el país [Estados Unidos], pensamos que era un momento oportuno para investigar la asociación entre el consumo de marihuana y la fertilidad”, precisa una de las autoras del estudio, la profesora de epidemiología Lauren Wise.

Aunque esta investigación se centraba principalmente en mujeres, también se dio la opción de que sus parejas masculinas se sometieran al mismo examen, a lo que se sumaron 1125 hombres. En ellos se determinó que quienes habían consumido cannabis en los últimos dos meses (el 14% de los encuestados) tampoco presentaban ningún problema para la concepción. Así, se mostraba que el cannabis no es un enemigo para la creación de vida.

Ahora bien, si nos adentramos en el mundo del embarazo y la lactancia deberemos hacerlo con cierto cuidado. La gran queja de las consumidores de cannabis es la falta de estudios sobre los efectos de la marihuana en estado de gestación. Sin embargo, muchas futuras madres deciden consumir durante el embarazo.

Las consecuencias del consumo de marihuana durante el embarazo

Ocurre, por ejemplo, en California, donde recientemente se ha visto cómo ha aumentado el número de mujeres embarazadas consumidoras de la planta. Ha sido a través de un estudio publicado a finales de 2017 que ha encuestado a más de 3000 mujeres residentes en el estado durante el periodo de tiempo de 2009 a 2016. Con ello se observó que el porcentaje de usuarias de cannabis embarazadas casi se había duplicado, y el consumo era aún más alto en mujeres jóvenes, menores de 18 años y entre 18 a 24 años.

Ante este aumento, los expertos han advertido que las consecuencias de consumir marihuana durante el embarazo no están claras ni para la madre ni para el feto. Algunas futuras madres lo usan para combatir síntomas como las náuseas o la falta de apetito, o para lidiar con la ansiedad por el nuevo retoño y así disfrutar de unos momentos de relax. Incluso, algunas de ellas aseguran que les ha ayudado con el cuidado de sus hijos y no les ha interferido para nada en el desarrollo de estos, que han crecido fuertes y sanos.

Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos advierten que puede ocasionar problemas de desarrollo en el feto y un bajo peso al nacer. Algunos estudios certifican que si se consume en las primeras fases del embarazo puede provocar desde un aborto hasta problemas en la vida adulta del feto, como, por ejemplo, brotes psicóticos en la adolescencia. Esto es debido a que, como asegura gran parte de la comunidad científica, el THC puede atravesar la placenta e incidir directamente sobre el bebé. Aun así, los resultados en los efectos son inciertos y, por el momento, nada concluyentes.

Lo podemos ver en un estudio realizado en Australia entre más de 25.000 mujeres. Con él se quería demostrar que los niños de madres cannábicas tenían muchas más probabilidades de iniciar su vida en este mundo en cuidados intensivos, debido a su poco peso al nacer. Sin embargo, otra investigación llevada a cabo en Nueva Zelanda puso en evidencia que esa diferencia era tan solo de 90 gramos, a la vez que no encontraron vínculos con el aborto ni con el ingreso del bebé en las unidades hospitalarias especiales.

Aun así, y a falta de más estudios concluyentes, el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda que las mujeres que estén embarazadas o piensan estarlo suspendan el consumo tanto a nivel recreativo como medicinal. Algo que también se debe extender al periodo de la lactancia.

El riesgo durante la lactancia

De igual modo que el THC pasa a través de la placenta de la madre al bebé, el traspaso también se puede realizar a través de la leche. Incluso se ha determinado que la concentración de esta sustancia en la leche materna puede ser hasta ocho veces mayorque en el plasma sanguíneo de la propia madre. Ante ello, estas deben extremar las precauciones, más aún al desconocerse cómo puede afectar esto al bebé.

Un estudio de 1990 comentaba que podía afectar a su sistema motor, ya que el cerebro del niño todavía está en desarrollo. Sin embargo, no se pudo establecer una causa-efecto que mostrara el cannabis como determinante. Otras investigaciones más recientes también advirtieron sobre el riesgo de que los bebés crecieran más lento, padecieran temblores o, como ya hemos apuntado, tuvieran un retraso en su desarrollo. Sin embargo, tampoco se pudo concluir con exactitud que fuera por culpa del cannabis.

Por otro lado hay estudios que dicen que el THC no afecta a los niños de la misma manera que los adultos. Al estar su cerebro todavía en formación, sus receptores de cannabinoides no actúan a la perfección, por lo que la repercusión de la sustancia en ellos puede ser mínima.

Ante esta falta de acuerdo científico y con tal disparidad de conclusiones, la recomendación más recurrente es que ni durante el embarazo ni la lactancia la madre consuma marihuana. De igual modo, también se aconseja que los niños no estén expuestos al humo de la planta, especialmente durante sus primeros años de vida.

Sin embargo, como hemos visto, estas recomendaciones no están basadas en evidencias científicas. Para paliarlo son necesarias más investigaciones que determinen con fiabilidad si el consumo durante el embarazo trae consecuencias negativas o no. Por el momento ya hemos visto que para hacer un encargo a la cigüeña fumar marihuana no es ningún problema. Incluso al contrario, ya que el cannabis parece aumentar el impulso sexual.




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