Una revisión reciente de los estudios sobre el cannabis y el embarazo proporciona una nueva perspectiva sobre una cuestión que ha preocupado durante mucho tiempo a las familias y las futuras madres: ¿Es seguro el consumo de cannabis durante el embarazo? Aquí te presentamos los Mitos y Verdades.
Efectos del cannabis durante el Embarazo
Mitos
Hasta el momento, los estudios sobre cannabis y embarazo han mostrado resultados algo contradictorios en relación con el peso al nacer y el parto prematuro, una confusión que los investigadores atribuyen en parte a una separación inadecuada de variables de confusión o factores que producen correlaciones, existe. Por ejemplo, el consumo de cannabis y el consumo de tabaco están correlacionados, lo que hace difícil separar si uno o ambos contribuyen al bajo peso al nacer o al parto prematuro.
Los autores revisaron 31 estudios entre 1982 y 2015, evaluaron sus resultados y concluyeron que el cannabis, cuando se usaba sin tabaco u otras drogas, no planteaba riesgos significativos para preocupaciones específicas sobre el peso al nacer y el parto prematuro. Esto fue consistente con las conclusiones de un estudio de 2010 financiado por el CDC.
Los autores escribieron:
«Encontramos que el consumo materno de marihuana durante el embarazo no es un factor de riesgo independiente para el bajo peso al nacer o el parto prematuro después de ajustar por factores como el uso del tabaco. También no parece haber un mayor riesgo de otros resultados neonatales adversos, como SGA y desprendimiento placentario, una vez que contabilizaron otros factores que influyen».
Sin embargo los autores del estudio anteriormente expuesto, concluyeron que el consumo de cannabis durante el embarazo todavía no es algo que se debe «alentar o condonar». ¿Por qué? Si bien este estudio se centró en dos resultados específicos de nacimiento de las madres que consumen cannabis durante el embarazo, no se fijó en la salud a largo plazo del desarrollo u otros riesgos durante la gestación.
Verdades
Un estudio de 2014, por ejemplo, encontró evidencia de que la exposición a THC durante el embarazo afectó el desarrollo cerebral tanto en ratones como en seres humanos. El desarrollo fetal es un proceso intrincado que implica señalización específicamente cronometrada que puede ser afectada por el THC, conduciendo a deterioros más tarde en la vida. Aunque esta revisión más reciente puede ayudar a relajar las preocupaciones relacionadas con el peso al nacer y el parto prematuro, puede haber otras complicaciones atribuibles al consumo de cannabis materno.
Un conocido y citado estudio titulado «Efectos del Consumo de Marihuana durante el Embarazo en el Llanto del Recién Nacido (Dreher et al, 1989)» demostró que el llanto de los bebés de madres que fuman cannabis en Jamaica era más corto en duración, con más disfonía (ronquera), y con un tono más grave. Se cree que estas características acústicas se presentan comúnmente en los recién nacidos que sufrieron riesgo perinatal, y que son los que a menudo van a presentar trastornos del desarrollo. Curiosamente, este efecto se limita a las madres que fuman cannabis; aquellas que ingirieron el cannabis dieron luz a bebes cuyo llanto está dentro de la gama acústica normal.
Dreher siguió documentando el desarrollo de 56 niños de Jamaica, a través de la gestación y hasta los 5 años; la mitad de las madres de estos niños habían consumido cannabis con frecuencia variable durante el embarazo. No se observó una diferencia apreciable en el peso al nacer entre los grupos. Cuando se analizó a los bebés de acuerdo con la Escala Neonatal de Brazelton de Evaluación del Comportamiento, no hubo ninguna diferencia inicialmente, pero a los 30 días la descendencia de las consumidoras de cannabis (tanto fumado como ingerido en forma de té) ya estaba obteniendo una alta puntuación en la evaluación de los reflejos y en la estabilidad autónoma (capacidad de regular el sistema nervioso autónomo). Los hijos de madres consumidoras eran menos irritables y se relacionaban socialmente con mayor facilidad; las propias madres informaron de que habían experimentado alivio del estrés y de las náuseas durante el embarazo.
Conclusión
En conclusión pueden existir beneficios y complicaciones, por esta razón y ante la duda, la mayoría de los profesionales médicos todavía recomienda encarecidamente que las mujeres embarazadas se abstengan de usar cannabis, a pesar de la tentación de usarlo para la náusea y el estrés durante el tumultuoso momento del embarazo. Sin embargo, tenemos productos para aliviar un poco esta carga de la mujer, son a base de semillas de cannabis, no contienen psicoactivos, por lo que son totalmente legales. Como por ejemplo el Varicann Q10, que está recomendado para mujeres embarazadas para tratamiento de varices, sensación de piernas cansadas, con hormigueo, hinchazón de tobillos y prevención de ulceras en las piernas.
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