Una empresa australiana ha recibido fondos de una compañía de inversión para conseguir miel de abejas que trabajen en simbiosis con las plantas de cannabis, con la esperanza de que tenga que efectos terapéuticos, creando así una Miel de Cannabis Medicinal. Además, los promotores de la iniciativa creen que puede ser beneficiosa para evitar la desaparición de las comunidades de abejas, un problema a nivel mundial. No es la primera vez que se hacen experimentos de este tipo: el apicultor francés Nicolas Trainerbees lleva más de diez años investigando la relación entre estos insectos y la planta de cannabis.
Son las que polinizan numerosas plantas y se encargan de producir la deliciosa miel. Y su supervivencia es vital para la agricultura, como ya han alertado muchos ecologistas. Son tantas sus bondades que los investigadores ya se han fijado en ellas para sacarles un buen rendimiento en combinación con la marihuana. ¿Quién se atreve a probar una miel de cannabis medicinal en la que han participado estos pequeños insectos?
Una empresa australiana fabricante de miel ha recibido fondos para desarrollar este producto obtenido de las plantas de cannabis. Hablamos de Jenbrook, una explotación con árboles de té orgánico que ha obtenido 1,49 millones de dólares (997.000 euros) del fondo EVE Investments para desarrollar este nuevo tipo de miel. Si la labor llega a buen puerto, sería una línea de negocio más para Jenbrook, que ya distribuye aceite y miel tradicional en Estados Unidos. Además, con el nuevo producto se subiría al carro de la legalización de la marihuana medicinal en el país: más de 20 estados ya la han regulado, y es probable que en las elecciones legislativas de 2018 se voten también más propuestas a favor. En Colorado, donde están legalizados los usos medicinal y recreativo, ya existe una granja que produce miel de cáñamo con CBD y sin rastro de THC.
La compañía asegura que su nueva miel tendrá efectos antibacterianos y que servirá para tratar algunas enfermedades. Los esfuerzos de Jenbrook con la miel cannábica (producida con la resina que las abejas toman de variedades de cannabis medicinal) se unen a los de investigadores de la Universidad Southern Cross, que están probando el nuevo producto para comprobar sus beneficios para la salud.
Además de por sus propiedades medicinales, la producción de miel de cannabis puede ayudar a solucionar un problema ecológico. Son muchas las organizaciones y particulares que ya han alertado sobre el descenso de las comunidades de abejas en todo el mundo, lo que afecta al proceso de polinización de muchas plantas. Uno de los trabajadores de Jenbrook, Bryan Easson, se ha mostrado optimista con que el cáñamo o el cannabis y el árbol del té puedan aumentar la población de este insecto. Así, según su opinión, si permitimos que se alimenten de estas dos plantas se podrían evitar algunas de las enfermedades que las diezman. “Sin abejas no tenemos mundo”, explica. “Eso es lo que nos dio pie a implicarnos en la investigación, con el conocimiento de que hay muchas enfermedades serias arrasando la producción de miel y de la pérdida de abejas que polinizan cultivos a través del mundo”.
La plantación de árbol de té de Jenbrook se encuentra en Alstonville (Nueva Gales del Sur) y es una de las más antiguas del país. La miel que se produce allí, conocida con el nombre de Manuka, tiene numerosos efectos antiinflamatorios y para el sistema autoinmune. La compañía exporta sus productos a Nueva Zelanda, China o Estados Unidos; entre ellos, aceite de árbol de té, extractos y la citada miel.
Las expectativas de ingresos de Jenbrook para junio de 2017 están en 1,6 millones de dólares australianos (1,07 millones de euros), un 100 % más que en junio de 2016. Si se confirman las bondades de la miel de cannabis y se exporta en masa a Estados Unidos, los ingresos de la compañía pueden aumentar en cantidades imprevistas. Quizá por ello, Eve Investments también ha comprado el 50 % de la empresa.
Las abejas no se «vuelan»
Si alguien teme los efectos que el cannabis con ciertos niveles de THC pudiera tener en las abejas, puede respirar con tranquilidad, porque la ciencia confirma que no les afecta. En un estudio de 2001, se concluyó que los insectos habían perdido el sistema cannabinoide con el curso de la evolución; por lo tanto, el psicoactivo THC no tiene ningún efecto en el organismo de las abejas. Así, y a falta de más estudios, los insectos no experimentan el cannabis tal y como hacemos los humanos.
Además, es necesario decir que el polen de la planta de cannabis no tiene un olor que atraiga a estos insectos. Según algunos estudios, las abejas solo la utilizan como una planta de último recurso, y preferentemente se sienten atraídas por los machos, que son los que tienen el polen. Además, la polinización del cannabis es por el aire, y por tanto esta planta no necesita generar grandes cantidades para atraer a insectos que la realicen. Hay que educarlas, por tanto, para que recurran a ella.
Nicolas Trainerbees, un decano en la Miel de Cannabis
Ya hay alguien que ha sabido conseguir que las abejas se fijen en las plantas de cannabis. Si hablamos de miel y marihuana no podemos olvidar a Nicolas Trainerbees. Este apicultor francés (y también artesano y cerrajero) lleva desde pequeño tratándose con cannabis (le diagnosticaron hiperactividad a los 7 años) y demostrando su amor por los animales. Su dominio con las abejas le ha llevado a crear una ‘cannahoney’, como él la llama, y que no es más que la resina que recogen los insectos y que llevan a su colmena tras pasar por su cuerpo.
Fue en 2006 cuando este joven apicultor comenzó a analizar el comportamiento de las abejas y a ingeniárselas para que acudieran a sus plantas de marihuana. Con el tiempo (tardó unos dos años en que el proyecto tuviera éxito), descubrió que la resina se había convertido en propóleo, una sustancia con propiedades antisépticas, antibacterianas y cicatrizantes, y consiguió que las abejas la utilizaran para fabricar miel de cannabis con efectos psicoactivos y terapéuticos de las variedades. Curiosamente, aunque el sabor y el olor de la ‘cannahoney’ recuerdan a la planta en su máximo esplendor, Nicolas asegura que las notas cambian con cada cosecha. Entre las variedades que ha usado se encuentra la California Orange.
Con los experimentos de Nicolas Trainerbees y Jenbrook se está demostrando que el cannabis no es nocivo para las abejas y que además puede traer muchos beneficios. El nuevo proyecto australiano da alas para que estos insectos sigan siendo productivos, ahora para los amantes del cannabis medicinal, e incluso puede que nuestra planta favorita ayude a su propia supervivencia. Todo son ventajas.