En este artículo vamos a hablar de 6 variedades muy fáciles de cultivar. Aunque la marihuana es una especie relativamente sencilla, algunas genéticas suponen todo un reto para el cultivador.
Existen desde sativas indomables, a variedades muy delicadas en cuanto a su alimentación o especialmente sensibles a hongos o plagas. Algunas más indicadas para interior, y otras para exterior.
Cuando alguien se introduce en el cultivo de esta gran planta, lo que menos quiere es una variedad exigente o delicada. Todos desean una planta resistente, que requiera pocos cuidados y asegure unos buenos cogollos.
Variedades muy fáciles de cultivar
Estas son algunas de las variedades más fáciles de cultivar, especialmente en exterior. Todas son famosas por su fiabilidad, terminando el cultivo con una nota mínima de notable en el peor de los casos.
Critical Mass
Se trata posiblemente de la variedad más vendida y cultivada de los últimos 20 años. Tanto la original Critical Mass de Mr Nice, hasta todas las versiones feminizadas que surgieron posteriormente.
Este híbrido Skunk x Afgana es una de las plantas más completas. Además de ser una de las variedades más fáciles de cultivar y resistente, es tremendamente productiva.
Sus cogollos son como piedras cubiertas de azúcar. Su sabor es delicioso. Y sus efectos claramente de Indica, pero con un punto de sativa en su inicio muy estimulante.
Skunk
Es el clásico holandés por excelencia, aunque sus raíces son californianas. Es la variedad más influyente de la historia. Sus genes podríamos asegurar que están presentes en más de un 60% de las variedades modernas.
Además fue la primera variedad apropiada para los pioneros cultivadores de interior en la década de los 80. Su nombre en inglés significa “mofeta” debido al apestoso olor en floración.
Es famosa por su resistencia, estabilidad, producción, clásico sabor almizclado y unos efectos donde dominan sus genes sativas. Skunk es simplemente insuperable.
Cheese
Es la variedad más famosa salida de las islas británicas. No deja de ser una selección de Skunk, por lo que es una de las variedades más fáciles de cultivar.
Su nombre Cheese hace referencia a su fuerte y marcado sabor a queso curado. Aunque pueda resultar extraño, es un sabor delicioso. No en vano es una de las variedades más versionadas y empleadas para la creación de nuevos híbridos.
Por supuesto como buena Skunk que es, es una variedad todoterreno que lo soporta todo, siempre premiando con una jugosa cosecha a quien decida cultivarla.
Northern Lights
Se trata de otra de las variedades índica más relevantes e influyentes de la historia, elegante como pocas. Es todo un clásico en los cultivos en interior, famosa por el poco olor que desprende en floración.
Este rasgo también es muy interesante en exterior cuando se cuenta con vecinos que pueden oler más que ver. Pero el escaso olor de los cogollos en floración no hace justicia a la calidad de estos.
Las flores son grandes y resinosos como buena índica afgana. Su sabor es delicado, con toques dulces, a miel y a hash. Los efectos como no podía ser de otro modo, son muy relajantes.
Super Silver Haze
Además de una de las variedades más fáciles de cultivar, se trata de uno de los grandes híbridos Haze, además de una de las variedades más premiadas.
Sus genes se componen de Haze, Skunk y Northern Light #5. Con una gran dominancia sativa, es una planta que crecerá sin problemas en manos de hasta el cultivador más principiante.
Es super productiva y se cosecha bastante rápido. Los grandes cogollos poseen el claro toque inciensado de la Haze, más dulce y con ciertos toques cítricos. Los efectos son muy psicoactivos y duraderos.
Gorilla Glue #4
Es sin duda alguna la variedad de moda desde hace unos años, perteneciente a la nueva ola de genéticas procedentes de Estados Unidos que están rompiendo todos los estándares en cuanto a potencia se refiere.
Con niveles de THC superiores al 27%, es una variedad fácil de cultivar y para que cualquiera pueda explorar las grandes posibilidades que nos da en todo tipo de extracción.
Dada su potencia, se recomienda consumir en bajas dosis para no quedarse pegado al sofá durante horas. Su sabor posee fuertes notas a combustible con pinceladas terrosas, ácidas y cítricas.