Uno de los componentes del cannabis más apreciado por su uso terapéutico es el cannabidiol, mejor conocido como CBD puede ser un tratamiento contra el asma. Este cannabinoide tiene propiedades antinflamatorias, muy útiles como una alternativa al tratamiento contra el asma.
Los cannabinoides son compuestos orgánicos que pertenecen al grupo de los terpenofenoles. Sus propiedades activan receptores cannabinoides en el organismo humano y, como resultado, producen efectos paliativos como disminuir el dolor y la inflamación en el cuerpo, situación benéfica para los pacientes asmáticos.
Tratamiento contra el asma
El asma es una afección crónica de los pulmones ocasionada por la inflamación de las vías respiratorias. Dicha inflamación contrae los pulmones y genera silbidos, tos y otros problemas que conducen a la dificultad para respirar.
La medicina tradicional trata al asma con medicamentos que producen alivio rápido, como los inhaladores que contienen corticosteroides, los cuales ayudan a detener los síntomas antes de que aumente la inflamación.
Sin embargo, este tipo de tratamientos solo sirven como una forma de control para la enfermedad, por lo que deben utilizarse por largos periodos de tiempo, sin la posibilidad de que los pacientes puedan recuperar su salud completamente. Tal condición dio origen a la búsqueda de tratamientos alternativos, como la marihuana medicinal.
Cannabis y asma
Una investigación de la Universidad del Sur de Santa Catarina en Brasil encontró que el uso de CBD disminuyó la inflamación de las vías respiratorias y la hiperreactividad en ratones inducidos con asma alérgica. Sin embargo, se necesita más investigación en humanos para determinar si el aceite de CBD es un tratamiento eficaz contra el asma inducido por alergias.
Otro estudio realizado por el Instituto Nova en Alemania descubrió que el uso de CBD en pacientes asmáticos proporciona más beneficios neuroprotectores que las vitaminas C y E, debido a sus efectos antinflamatorios y antioxidantes
Tales investigaciones tienen en común haber determinado que el CBD puede disminuir la hiperreactividad en las vías respiratorias en pacientes asmáticos, lo que significa que sus pulmones pueden volverse menos sensibles a los desencadenantes de la enfermedad. De este modo, con el uso de CBD, tendrían menos episodios de tos.
Sin embargo, al igual que otras investigaciones sobre el cannabis medicinal, estas pesquisas no pueden brindar resultados relevantes, pues hacen falta más estudios complementarios para validar que el uso del CBD es efectivo en el tratamiento contra el asma.
Derivados como tratamiento del asma
Para los asmáticos no es recomendable fumar la planta, por lo que se han desarrollado otros métodos como el uso de aceite, tintura y otros edibles para que puedan obtener los beneficios del cannabis sin poner en riesgo sus pulmones. Usualmente, los pacientes utilizan aceite de CBD que se toma por vía oral.
La fabricación de estos productos derivados se asocia con el uso del CDB porque este cannabinoide no tiene efecto psicoactivo, debido a que su contenido en tetrahidrocannabinol (THC) es extremadamente bajo (menor al 0.3 %).
Respecto a la dosis adecuada, es preciso mencionar que debe consultarse con un especialista, quien determinará la cantidad en base a una variedad de factores, como el tipo de producto y el peso corporal del paciente.
Además, el médico debe ajustar la dosis dependiendo de cómo responda al tratamiento. Los investigadores brasileños concluyen que un máximo de 1.5 miligramos de CBD por día es seguro para el consumo humano.
Hasta el momento, se desconoce si el aceite de CBD interactúa con otros medicamentos para el asma, por lo que es recomendable que los pacientes que consuman CBD lo hagan a la par de sus tratamientos actuales para el asma y que no modifiquen ninguna dosis sin antes hablar con su médico.
CBD y asma
También, es relevante considerar que los asmáticos deben consumir una marca de aceite de CBD que sea puro, orgánico, libre de pesticidas y microorganismos para proporcionar mejores resultados.
Asimismo, es preciso indicar que, en los pacientes con asma, consumir CBD sin la supervisión de un médico aumenta el riesgo de sufrir efectos secundarios y disminuir su efectividad. De ahí, la importancia de ser evaluado por un médico para recomendar una dosis adecuada que ayude a controlar los efectos secundarios sin afectar la función pulmonar.
Con información de Heathline y Pubmed.gov
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