Los cannabinoides han sido una parte esencial de nuestra dieta durante miles de años y su retirada de la alimentación del ganado, en los años 30, podría provocar daños a largo plazo. ¿Es que acaso la escasez de CBD en la dieta causa enfermedades?
El CBD parece estar aumentando considerablemente su popularidad en el mercado de la alimentación saludable. Con los testimonios de tanta gente a la que ha ayudado a nivel físico y mental, su demanda ha subido rápidamente. Muchos profesionales de la salud ya avalan su consumo, aunque sigue siendo necesario realizar estudios más detallados.
Esta demanda de CBD realmente podría ser el resultado de la eliminación general de cannabinoides de nuestras dietas, al privarnos de nutrientes que solíamos ingerir. Y esto, a su vez, quizás podría aumentar nuestra susceptibilidad a dolencias y enfermedades. Cada vez más doctores y profesionales médicos creen que la carencia de determinados nutrientes podría ser una causa directa de enfermedades.
Si el CBD tiene un valor nutricional para nuestro cuerpo, ¿debería considerarse un medicamento o un alimento sano y natural? Consideramos la marihuana como algo relativamente nuevo respecto al conocimiento acerca de sus propiedades. Pero algunos descubrimientos recientes apuntan a que su uso medicinal se remonta a miles de años atrás. En 2016, unos arqueólogos chinos descubrieron un lugar de enterramiento datado en más de 2.500 años. Lo que hallaron en este fue nada más y nada menos que… ya lo habrás adivinado, marihuana. A partir de estos restos pudieron deducir que el cannabis había sido cultivado localmente y se habían eliminado las flores de las partes superiores. Además, en otro lugar cercano se encontraron hojas y semillas de marihuana pulverizadas.
Está claro que las propiedades medicinales y psicoactivas de esta planta, actualmente estigmatizada, eran usadas libremente. Si avanzamos rápidamente en el tiempo, a partir de 1937, el cáñamo fue eliminado del pienso para ganado. Previamente, los fitocannabinoides del cáñamo estaban presentes en la mayoría de nuestra cadena alimentaria. Se integraban en nuestra dieta a través del ganado como resultado de su alimentación, incluyendo cerdos, gallinas y ganado bovino en general. El motivo por el que se usaba cáñamo era por su alto contenido en proteínas y aminoácidos. A partir de ahí entró a formar parte de nuestra dieta de forma natural. Al consumir carne o lácteos procedentes de estos animales, esos fitocannabinoides pasaban a nuestro cuerpo, siendo absorbidos a través del sistema digestivo e interactuando con nuestro sistema endocannabinoide.
EL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE
Si hubo una época en la que nuestro sistema endocannabinoide se complementaba con nuestra dieta, ¿de qué se encarga ahora este sistema? Es un conjunto de receptores cannabinoides distribuidos por el cerebro y el sistema nervioso central, presente en todos los mamíferos. Está relacionado con una serie de efectos fisiológicos, como el apetito, el alivio del dolor, el estado de ánimo y la memoria.
Algunos estudios preliminares han sugerido que la manipulación de estos receptores produce algunos resultados muy beneficiosos. Aunque nuestro cuerpo produzca sus propios endocannabinoides, estos receptores también pueden estimularse con la presencia de los cannabinoides del cáñamo y la marihuana.
¿NUTRIENTE O MEDICAMENTO?
Este debate continúa y actualmente está alcanzando un punto histórico, debido en gran parte a la creciente cantidad de estudios en torno al CBD y a otros cannabinoides, en lugar de centrarse siempre en el THC. El THC es el culpable de que el cannabis sea ilegal y esté clasificado como una droga. El THC es responsable de las propiedades psicoactivas que se experimentan al fumar marihuana. Pero el THC se activa cuando se calienta el cannabis al fumar. Si consumes cannabis crudo, en forma de planta, estas propiedades aún no han sido activadas. En cambio, recibes una serie de cannabinoides totalmente diferentes. El cáñamo es una forma fácil de recibir estos cannabinoides. Los nutrientes son vitales para el buen funcionamiento celular y sin ellos muchas funciones corporales simplemente no se desarrollarían correctamente.
Si consumiendo cáñamo o cannabis natural recibimos una serie de terpenos y cannabinoides de los que en caso contrario estaríamos privados, entonces se supone que eso lo convierte en un alimento sano, ¿no? A pesar de la psicoactividad asociada al cannabis, esta solo representa una parte de la compleja genética de esta planta. Lo que está claro es que, independientemente de tu opinión, es necesario realizar más estudios para entender completamente cómo podemos beneficiarnos del cannabis en todas sus formas.
CÓMO INCORPORAR EL CÁÑAMO O CBD EN LA DIETA
Si te atrae la idea de añadir cáñamo a tu dieta para poder beneficiarte de su valor nutricional, ¿qué opciones tienes? Afortunadamente estás de suerte, ya que a diferencia del cannabis seco, el cáñamo no es ilegal. El cáñamo es una variedad no psicoactiva de la planta Cannabis sativa, de la que se obtienen fibras para uso industrial, fundamentalmente del tallo.
Sus semillas son ricas en ácidos grasos saludables y constituyen una gran fuente de omega-6 (ácido linoleico) y omega-3 (ácido alfa-linolénico). Añadirlas a la dieta no podía ser más fácil, ya que están disponibles en muchas partes y tienen un rico sabor a nueces. Puedes añadirlas a tus cereales, ensaladas o comerte un puñado crudas. También puedes triturarlas en tus batidos para potenciar tu salud aún más. Pero hay que mencionar que, si quieres incorporar el cáñamo a tu dieta, deberías consultar con tu médico, profesional de la salud o nutricionista para recibir el consejo de un experto. Recuerda que un exceso de algo bueno también puede tener efectos negativos.
¿HACIA DÓNDE NOS DIRIGIMOS?
Es innegable que si no fuera por la percepción que hemos creado sobre el cannabis, probablemente seguiríamos disfrutando libremente de los beneficios para la salud que ofrecen los diferentes cannabinoides. La regulación del gobierno sin duda ha puesto un gran obstáculo en el camino y es difícil obtener licencias para la investigación. Esto provoca un efecto en cadena, limitando nuestra comprensión de cómo el cuerpo interactúa a través de nuestro sistema endocannabinoide y cómo podría estimularse para obtener resultados positivos.Fuente: Compilado de fuentes de Fundación Canna y Royal Queen Seeds.